El pasado sábado 12 de
mayo se celebró, como viene siendo habitual, el certamen de Eurovisión.
Portugal acogió durante toda la semana las semifinales y final del Festival de
la Canción, el cual se ha convertido en uno de los eventos musicales más
seguidos cada año.
España, como todos
sabríais (¡gracias medios de comunicación repetitivos!) había dejado de lado el
Rock, como ocurre todos los años, y volvió a crear Operación Triunfo para
imponer a unos músicos talentosos pero orientados solamente a entrar en los
charts. Su posición al final del concurso, como viene siendo habitual, entre
las más bajas del show.
Dejando a un lado la
cruda realidad musical de nuestro país, anoche dos países rompieron con la
estética mayoritariamente Pop del concurso y optaron por sorprender con dos
propuestas más afines a nuestro estilo: Holanda y Hungría.
Waylon, representante
de Holanda este año, salió al escenario rindiendo un sentido homenaje a Stevie
Ray Vaughan con sus vestimentas. Su canción, titulada “Outlaw In ‘Em”, era una
mezcla de Rock americano con numerosas influencias de Country y Folk. Una
combinación ganadora que dejó buen sabor entre los presentes.
Por parte de Hungría
estuvieron los metaleros AWS y su tema “Viszlát Nyár”, con un estilo moderno,
un gran estribillo y una sección más propia de Metalcore en la sección intermedia
en la que el cantante ofreció un auténtico espectáculo.
El mundo quiso que
ganara Israel con una propuesta, a nuestro parecer, sin demasiada calidad
musical, pero con una puesta en escena amena (¡valoremos la música!). El voto
del jurado especializado concedió puntuaciones bajas a ambas propuestas
metaleras (el jurado español, como siempre, las dejó sin puntos), pero después
ascendieron con el voto popular quedando, como si del karma se tratara, por delante de España.
Ojalá algún día veamos
a una banda de Rock representar a este país o, si no es de España, ojalá veamos
a otro ganador rockero/metalero como Lordi.
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