Montones de recuerdos
del movimiento punk fueron quemados el sábado en una barcaza en el Támesis en
Londres, en una protesta contra la manera en la que el género que fue durante años símbolo de rebeldía ha sido absorbido por la cultura dominante.
Joe Corre, hijo del
exrepresentante de los Sex Pistols Malcolm McLaren y la diseñadora Vivienne
Westwood, prendió fuego a prendas de ropa y parafernalia que valoró en entre 5
millones y 10 millones de libras esterlinas (6,2 millones a 12,5 millones de
dólares) en el aniversario 40 del lanzamiento del primer single de la banda,
"Anarchy in the UK". Al parecer, muchos de estos artículos iban a ser
puestos en venta por el propio Joe en una
gran subasta, pero al ver la cantidad de dinero que estaban ofreciendo
por cada objeto se dio cuenta que aquello no era un tributo al Punk sino un
mero negocio.
Corre también quemó
figuras llenas de fuegos artificiales de la primera ministra Theresa May y de
sus predecesores David Cameron y Tony Blair, vestidas con ropas de los Sex
Pistols.
"El punk nunca
pretendió ser nostálgico", dijo Corre, hablando ante una multitud de unas
100 personas en la rivera del río Támesis, en el acomodado vecindario de Chelsea,
en Londres, donde nacieron los Pistols 4 décadas atrás.
"El punk se ha
vuelto otra herramienta de márketing para venderte algo que no necesitas",
dijo Corre, quien fundó la marca de ropa interior Agent Provocateur.
La colección de
artículos del punk de Corre, que comenzó a quemar hace pocos días y seguirá
destruyendo durante las próximas semanas, incluye grabaciones inéditas de los Sex
Pistols.
El guitarrista de los
Pistols Glen Matlock dijo a Sky News al conocer la noticia que la protesta de
Corre era "absurda".
"Quiero parafrasear a los Monty Python: él no
es el salvador, él es un niño malo. Creo que Joe no es el anticristo, creo que
él es gilip****", dijo Matlock.
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